sábado, 20 de octubre de 2012

El soldado japonés desconocido

Esta historia real sucedió poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial, en una de las batallas decisivas entre los marinos estadounidenses y los soldados del ejército imperial japonés en un área al sur del Océano Pacifico.

En la batalla uno de los marinos americanos fue herido en la pierna izquierda y por la pérdida de sangre sufrió un desmayo, sus propios compañeros al no saber de su lesión se trasladaron a la próxima zona de combate. Después de un tiempo despertó, ¿Cuánto tiempo paso?, no lo sabía. Cuando miro alrededor, el marino pensó que él era el único que seguía con vida. Como no se podía parar por sí mismo, lo único que podía hacer era esperar a que sus compañeros regresaran por él.

Horas después, escuchó algo. Inmediatamente empezó a ver en la dirección donde se escuchaba el sonido. Algo llamó su atención.

Vio a un soldado japonés se acercaba hacia él, aunque se movía rápido vio su posición.  El marino sintió un sudor frío correr por la espalda y su respiración se hizo más ruidosa. El soldado japonés lo escuchó. Cuando el marino iba a sacar la pistola de su funda, el soldado japonés brincó lejos esquivando el disparo. Estaban a solo 10 metros de distancia. El americano había sido encontrado. El marino, yacía en el suelo, herido e incapaz de moverse.

Voy a morir en esta pequeña isla, lejos de mi hogar, el japonés va a matarme, pensó el marino americano. El soldado japonés era joven, casi de la misma edad que el marino, sus ojos mostraban odio, el soldado japones decidió no utilizar el rifle, ya que sería demasiado ruidoso, y montó su bayoneta como una lanza. El marino perdió el conocimiento nuevamente mientras instintivamente se cubrió la cara.
Al despertar vio destellos en el cielo, y el sonido de la artillería. Todavía estoy vivo, pensó.
El soldado japonés se había ido, y la pierna del marino tenía un buen vendaje.

Después de algunas horas, fue rescatado por sus compañeros. El marino vio un trozo de papel doblado en una rama quemada, lo cogió y lo metió en su bolsillo. Ya descansando en el hospital recordó el pequeño papel que había guardado, lo abrió y lo leyó, este había sido escrito en un buen inglés que decía:

"Cuando iba a matarle con mi bayoneta, inconscientemente me saludó con tres
dedos, entendí que usted es un hermano Scout. Yo soy un Boy Scout japonés. Somos hermanos, no puedo matar a mi hermano Scout, usted luchó valientemente en contra de mi unidad, y resultó herido.
Los soldados que son heridos se convierten en no combatientes. Mi país sigue el Buchido, el código de honor del Samurái, al igual que ustedes, caballeros de la edad media, los Samurái nunca matan a los Samurái heridos.
Es increíble que tú seas un verdadero soldado americano, un enemigo para mí. He curado su lesión. Lo siento, no tenía medicinas satisfactorias. ¡Buena suerte!  En tiempos mejores, tal vez nos abríamos encontrado en un Jamboree Scout."

Poco después terminó la guerra. El marino regresó a la ciudad de Salt Lake, y contó a su familia su historia. Su padre estaba muy impresionado y le contó esta historia al Sr. Jackson, quien fue un alto dirigente de la BSA (The Boy Scouts of America), El padre le dijo que esta historia era la evidencia de una verdadera fraternidad internacional.

Después de varios años, exactamente en 1951, los Estados Unidos celebró una reunión Scout internacional.  El Sr. Jackson contó esta historia a la delegación de Japón presidida por el jefe scout Mr. Mishima  y pidió que se buscara al soldado japonés.
Pero no pudieron encontrarlo. Es probable que el soldado no regresara al Japón. Tal vez cayó en combate.

Esta historia del soldado desconocido se distribuyó entre los Scouts japoneses. La historia los inspiró, y estaban orgullosos. Comenzaron un fondo, contribuyendo con sus escasos ahorros. Después de varios años, fueron capaces de construir un monumento. El homenaje a este soldado desconocido muestra a un soldado japonés que sostiene un infante de marina de EE.UU. en sus brazos.

El monumento se encuentra dentro del parque  Kodomo-no-Kuni.  En Yokohama.






nos vemos.................






 

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